Muchos creen que si no criticas eres un sobón… (Alfredo Marcos)

Con más de cuarenta años haciendo caricaturas políticas, Alfredo Marcos se ha sabido ganar el aprecio y admiración de políticos de todas las tiendas. Creador del calato, admirador de Fontanarrosa e invitado ocasional a los Consejos de Ministros, en está entrevista rechaza las críticas al gobierno de Alan García y su supuesto viraje a la derecha.

Correo: ¿El tiempo no pasa por el trazo de tus caricaturas de Alan García?
Alfredo Marcos: ¡No es cierto! Ya le estoy incluyendo arrugas y más barriga. Pero el tiempo no sólo ha tenido efectos en su aspecto físico sino también en el político.

C: ¿De qué manera?
AM: En esencia sigue siendo el mismo, una persona genuinamente preocupada por mejorar la vida de los pobres. Me consta y no tengo dudas al respecto. El cambio se ha dado en la visión pragmática que tiene del mundo y de cómo aprovechar el viento que ahora sopla a nuestro favor.

C: ¿Ese pragmatismo significa que ha dejado de lado la doctrina aprista?
AM: ¡De ninguna manera! Sólo la está adaptando a la realidad de un mundo globalizado. Yo no creo que sea un hombre de derecha, aunque la izquierda se haya puesto de acuerdo, por una vez, para etiquetarlo así. Con el Alan García del 85 no llegaría ni un dólar de inversión al Perú. No niego los problemas para lograr la transferencia efectiva de recursos a favor de los pobres, pero eso no significa que gobierne para los ricos. Esa no es la intención.

C: ¿En algún blog te han acusado de ser más franelero de Alan García que Felpudini del Jefecito?
AM: Muchos creen que si no criticas eres un sobón. Es decir, tienes que estar siempre en contra para estar en lo correcto. Yo no me compro ese discurso. Si yo veo que un gobierno le da luz, agua y títulos de propiedad a la gente pobre, tengo que apoyarlo. Eso no significa que no existan cosas por corregir.

C: Luego de la huelga en Cusco, publicaste una viñeta donde unos indios lanzaban flechas contra un avión que dice “DESARROLLO”. ¿Significa eso que los que se oponen al gobierno son unos indios estúpidos?
AM: Nunca he tenido un sesgo racista en mis dibujos. Sólo quería marcar la diferencia entre el desarrollo y el subdesarrollo. Si alguien lo ha entendido de otra manera, lo lamento.

C: ¿En el más reciente capítulo del “Perro del hortelano”, cuando se esperaban las recetas para combatir la pobreza, hubo una reprimenda a los críticos del gobierno por no alabar todo lo que éste dice que hace a favor de los pobres?
AM: No es este el momento para la autocrítica, menos con la manera en que está siendo tratado el gobierno.

C: No se lo está tratando peor que a Toledo.
AM: Es cierto. Con Toledo había un encono, incluso racial. Este es un país de verticalidades, por eso todos los reclamos terminan orientados a la figura más parecida al papá. Pero a Alan, además, le critican una característica nacional que nos va a tomar generaciones poder superar: el desorden. No es fácil gobernar un país que más parece un archipiélago. ¿Cómo puede sobrar plata en los gobiernos regionales con tantas necesidades insatisfechas? En el fondo hay un problema de madurez. Creo que se necesita más tolerancia, tanto con el gobierno central como con los gobiernos regionales. Alcanzar el progreso nos va a tomar varios gobiernos.

C: Pero después de dieciocho meses, es frustrante ver que las cosas no caminen como se necesita, más aún cuando el gabinete se supone que es más técnico que político.
AM: Lo que pasa es que el Perú no es una empresa privada y menos aún con un aparato burocrático atemorizado. La reforma del Estado es una necesidad y una prioridad, pero tampoco es algo que se pueda concretar de la noche a la mañana.

C: ¿Hacia dónde crees que va el país?
AM: Hacia el desarrollo. El hombre del siglo XXI se ha convertido, nos guste o no, en un ser humano pragmático…

C: ¿Pragmático o cínico?
AM: El mundo se mueve por intereses y probablemente algunos valores se han quedado rezagados. Sólo hay un sistema que funciona, aunque tenga muchas fallas. Por ejemplo, el empresario, aquí, aún no entiende que tiene que pagarle mejor a la gente. Si ganas más tienes que pagar más. Es parte de su propio beneficio. Es un absurdo que se debe corregir, por las buenas o por las malas.

C: El tipo de absurdo que denuncias con tus calatos
AM: Efectivamente.

C: ¿Tus calatos no debería ser seguidores de Ollanta Humala?
AM: No podrían serlo porque yo no lo soy. Yo creo en el nacionalismo, pero he aceptado los cambios ocurridos en el mundo.

C: ¿Cómo ves el 2011?
AM: Complicado. Para enfrentar a Humala en el 2006 hubo un adversario fuerte que fue García. Para el 2011 todavía no veo a ese adversario. Además, el fujimorismo va a crecer mucho a partir de la figura de víctima que va a jugar su líder. El hecho de ser culpable no significa que la gente no lo aprecie. El voto, finalmente, es un asunto emocional.

Mario Camoirano

(*) Vía el diario Correo (Lima, 09.03.2008)

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