La novela gráfica en Puerto Rico

Entre el arte culto y el arte popular, entre la imagen gráfica y la palabra escrita, entre la historieta cómica y la novela se inscribe una forma creativa de origen relativamente nuevo: la novela gráfica. El término de novela gráfica se acuñó en los años 60 y 70 en Estados Unidos entre movimientos artísticos que trataban de dignificar la historieta como una forma de arte más. Por un lado, se pretendía dar cauce a textos con mayores pretensiones literarias y, por el otro, eliminar la tradicional connotación infantil y estrictamente humorística de la historieta. De esta hibridación nació la novela gráfica cuyas características son: el empleo de un formato grande, tipo revista, con una impresión cuidada; el uso de un autor o un grupo de autores de cierto prestigio; la inclusión de una historia larga y compleja, con pretensiones literarias; y la creación de un texto que en su conjunto va destinado a un público maduro o adulto.

En Puerto Rico la primera novela gráfica distribuida al público fue Ánima Sola, creada y escrita por Pedro Cabiya. El autor de Historias tremendas e Historias atroces logró aunar los talentos de los artistas dominicanos Israel González y Yovanni Ramírez, junto a los cuales fundó zemicomics, la compañía que publicó Ánima Sola en 2003. Por tratarse de una creación de Cabiya, podemos clasificar Ánima Sola como la primera novela gráfica puertorriqueña.

De esta novela seriada (se anticipan otros números futuros), llama la atención la creación de la heroína, quien fue inspirada en un espíritu que está en sufrimiento, que guarda un profundo remordimiento y que, sin embargo, siente la necesidad de ayudar a los demás. Este espíritu, extraído del culto popular, y cuya imagen puede obtenerse en cualquier botánica, es convertido por Cabiya en una heroína desnuda, de cuerpo voluptuoso y de habla vulgar, que merodea por la comunidad de Santurce al auxilio de personas necesitadas. En esta primera entrega, Ánima Sola se enfrenta a Hambre, un monstruo larvario y rizomático. Hambre se dedica a castigar de forma cruel y escatológica a una familia santurcina compuesta por un hombre recién despedido de su trabajo, su esposa y sus hijos, lo cual provoca la intervención de la displicente y mal humorada Ánima Sola. El soporte gráfico de la historia, como corresponde a este género, es impecable.

Un proyecto de corte más realista y con un propósito más pedagógico es el de la Editorial El Antillano y el colectivo Cuadernos Pasado Presente Futuro. Desde 2004 este colectivo, integrado por jóvenes, se ha dado a la tarea de crear tres novelas gráficas seriadas: 1898 que se desarrolla en el pasado; Rabia que se desarrolla en la actualidad; y 2098 que se desarrolla en un Puerto Rico del futuro. El proyecto, técnicamente, es más ambicioso que Ánima Sola. Cada número de Cuadernos provee una contraseña con la cual registrar el ejemplar y tener acceso a la continuación de la historia en el ciberespacio.

De esta forma, Cuadernos busca complementar el medio impreso con una experiencia interactiva. Las historias integran elementos de espionaje y de la novela negra para lograr una intriga que invita a seguir leyendo. Estos elementos narrativos, junto a una impresión gráfica lograda, hace que 1898, Rabia y 2098 exceda el marco ideológico que sirve de punto de partida a Cuadernos: tratar de proponer en la historia y la ficción el sempiterno dilema de la identidad puertorriqueña.

(*) Francisco Font Acevedo / wrtu.org