Sin duda el mítico Robert Crumb constituye en sí mismo una forma diferente y autónoma de entender la historieta y la propia vida. El patriarca del movimiento underground fue un pionero de la incorrección política hace cuatro décadas y su capacidad de provocación no ha mermado con el paso del tiempo.
‘Chicas, chicas, chicas’ reúne historietas de diferente extensión, estilos y contenidos realizadas en diversas épocas, desde sus inicios hasta los años 80. Hippies, feministas antisistema, cow-girls judías, patinadoras negras, amas de casa vegetarianas y hasta una versión femenina del legendario Big Foot desfilan por estas páginas, sin olvidar una irónica versión de la serie ‘Omaha, the Cat Dancer’.
Crumb no solo confiesa sin pudor sus más íntimas y sórdidas obsesiones sino que se autorretrata en gran parte de sus obras como el lúbrico fetichista que afirma ser, un incorregible amante de las féminas con enormes nalgas y poderosos muslos. El carácter satírico, explícito y feroz de sus viñetas le permite contraponer un insultante machismo misógino con la descripción de su propia figura como un individuo patético y miserable, tan gozoso como avergonzado de sus irrefrenables hábitos. Disfrutar o enfrentarse a las particulares convicciones de este autor irrepetible constituye siempre una experiencia única.
(*) Vía eldiariomontanes.es / lacupula.com