Conferencia expuesta el día 7 de noviembre de 2013 en la Galería de la Casa de la Cultura de Puno, como parte de las actividades del 2do. Salón de Arte Puneño Contemporáneo. Con esta publicación se da a conocer por primera vez este material, hasta ahora no conocido, de Demetrio Peralta que constituye parte de su obra pictórica realizada en la década de 1940.
Demetrio Peralta Miranda (Puno, 1910 – Lima, 1971), bajo el seudónimo de Diego Kunurana, desarrolló un trabajo pictórico casi desconocido hasta nuestros días, que abarca por lo menos cien obras en óleo y en técnica mixta, además de xilografías y grabados y la elaboración de una historieta de la que no se tenía mayor noticia hasta hoy.
Luego de una paciente búsqueda hemos logrado encontrarla. Se trata de “Pedrito, el indiecito estudiante”, publicada por entregas en 1940 en la revista Palomilla y de la que nos ocuparemos en el presente texto. Cabe precisar que éste forma parte de un estudio más amplio sobre la obra de Kunurana, orientado a reconstruir su vida y obra, y su ubicación dentro del panorama de la plástica puneña y la historieta peruana, y que hemos ido sistematizando y publicando en algunos trabajos previos.
PEDRITO, EL INDIECITO ESTUDIANTE
La historieta, de un marcado estilo realista, característica de Palomilla, apareció por entregas continuadas en los primeros 15 números de la revista entre abril y noviembre de 1940. En los tres primeros números las entregas abarcaron 3 páginas, luego, desde el número 4 hasta el 15 las entregas fueron de 2 páginas. La historieta conforma un conjunto de 33 páginas, 27 de ellas a blanco y negro y 6 a color, en los números 10, 11 y 12.
El artista diseñó cada página utilizando 4 ó 6 viñetas, distribuidas en dos columnas, con el texto narrativo respectivo debajo de cada viñeta. En un comienzo, con el fin de conducir la continuidad narrativa, las viñetas fueron numeradas con un pequeño círculo que incluía el número respectivo. Esto se dio hasta la viñeta número 26 y abarca las dos primeras entregas de la historieta en los números 1 y 2 de Palomilla. En adelante, las viñetas dejan de estar numeradas, el círculo y su número desaparecen, y la continuidad narrativa de la historieta responde a una asociación lógica.
(*) Seguir la nota completa de Christian Reynoso, desde la edición online del diario Los Andes